Género: Cine de Autor / Indie
Dinamarca, 1987
Duración: 01:42:00
Dirección: Gabriel Axel
Intérprete: Stéphane Audran ,Bodil Kjer ,Jarl Kulle ,Birgitte Federspiel ,Jean-Philippe Lafont ,Bibi Andersson ,Ghita Narby
En esta ocasión quisiera hablarles de esta adaptación cinematográfica del cuento de Isak Dinesen; escritora danesa nacida en 1885.
Nos ubicamos en 1871, en un pequeño poblado de pescadores llamado Berlevaag, donde los habitantes practican al pie de la letra los preceptos religiosos que ha predicado el pastor durante años, en los que se rechaza todo tipo de lujo material. El pastor tiene dos hermosas hijas; Philipa y Martina, que son la joya del poblado, y que a pesar de su belleza terminan solteras (principalmente gracias a su padre que no les permite casarse y por el contrario desanima a los pretendientes); el tiempo pasa, el pastor muere y ambas damas utilizan su tiempo en hacer obras de caridad entre sus queridos vecinos, esto claro sin olvidar reunirse con los seguidores de la secta que formó su padre, a pesar de ir decreciendo en número, ofreciéndoles siempre café y galletas simples.
Sin embargo, en una tormentosa noche llega a su puerta una dama encapuchada con una carta dirigida a ambas damas, aunque con especial dedecación a Philipa. El remitente, monsieur Papin; antiguo enamorado de Philipa, recomienda a la portadora; Babette como ama de llaves para las dos afables viejitas. Babette es de nacionalidad francesa, ha tenido que huir de su patria debido a la revolución francesa donde ha perdido a su esposo e hijo, 'sabe cocinar' es una de las recomendaciones, sin embargo ambas damas declinan, diciendo que no tienen el suficiente dinero como para contratarla. Entonces Babette les suplica aceptarla, ya que solo quiere trabajar para amigas de monsieur Papin, y que lo hara sin pedir paga. Así las dammas aceptan que se quede y así transurren catorce años.
El único nexo existente ahora de Babette con Francia era un boleto de lotería que 'un fiel amigo' renovaba para ella cada año, con el que un buen día gana 10 000 francos, entonces, decide que para agradecer la hospitalidad que han tenido con ella las hermanas les pide permiso para hacer una cena francesa en el centécimo aniversario del natalicio del pastor, con un poco de recelo por parte de Martina y Philipa se acuerda la cena. Babette marcha a ver a su sobrino que trabaja en el puerto para darle las instrucciones necesarias para los ingredientes. Cuando estos llegan las hermanas se asombran al ver la cantidad y naturaleza de dichos bienes (entre los cuales figura una gigantesca tortuga que ocasiona pesadillas a Martina, quien piensa que la cena es un pecado). Entonces acuerdan con los demás seguidores de la secta sólo consumir los alimentos sin decir nada, aunque en esto vean un gran pecado, y rogando por que les sea perdonado este pecado.
A la cena asisten los ancianos seguidores del pastor y un general. transcurre la cena y a cada platillo, a cada bebida el general se maravillaba de la belleza y magnificencia de los platillos, aclamandolos a cada momento y en cierta medida molestandose de la indiferencia que mostraban los demás comensales. Hasta que por fin, en general pronuncia un conmovedor discurso que impulsa a los demás convidados a disfrutar de las viandas, y es así como Babette logra conmover los sentidos de los convidados quienes finalmente se dejan llevar por el placer y armonía que les provocaban los platillos. La cena culmina en una conmovedora imagen donde los ancianos cantan y bailan alrededor del pozo; su Dios está dormido; y ellos están en la cúspide de su humanidad, porque donde quedaría el lado 'humano' de cada uno sin los pequeños deleites que se presentan día a día?
Babette no sólo es una cocinera; es una artista que no puede esconder su talento y que ha provocado sin saberlo un gran cambio en sus convidados.
Se trata de una película magnífica, muestra como a través de los sentidos se puede alcanzar una armonía entre lo espiritual y lo físico, el humano siente, disfruta, vive, y que sería de nosotros si rechazaramos los deleites que se nos presentan? probablemente llegaríamos a una existencia vana, en la que no se podría decir que 'vivimos' sino que solo 'existiríamos' sin ton ni son. Una de mis escenas favoritas de la película es durante el banquete, donde los platillos salen magníficos de la cocina y el cochero disfruta de ellos con una cara conmovedora, con una encantadora inocencia en sus ojos. Totalmente recomendable, los invito a que la vean en un cachito de tiempo libre que tengan.
Nos ubicamos en 1871, en un pequeño poblado de pescadores llamado Berlevaag, donde los habitantes practican al pie de la letra los preceptos religiosos que ha predicado el pastor durante años, en los que se rechaza todo tipo de lujo material. El pastor tiene dos hermosas hijas; Philipa y Martina, que son la joya del poblado, y que a pesar de su belleza terminan solteras (principalmente gracias a su padre que no les permite casarse y por el contrario desanima a los pretendientes); el tiempo pasa, el pastor muere y ambas damas utilizan su tiempo en hacer obras de caridad entre sus queridos vecinos, esto claro sin olvidar reunirse con los seguidores de la secta que formó su padre, a pesar de ir decreciendo en número, ofreciéndoles siempre café y galletas simples.
Sin embargo, en una tormentosa noche llega a su puerta una dama encapuchada con una carta dirigida a ambas damas, aunque con especial dedecación a Philipa. El remitente, monsieur Papin; antiguo enamorado de Philipa, recomienda a la portadora; Babette como ama de llaves para las dos afables viejitas. Babette es de nacionalidad francesa, ha tenido que huir de su patria debido a la revolución francesa donde ha perdido a su esposo e hijo, 'sabe cocinar' es una de las recomendaciones, sin embargo ambas damas declinan, diciendo que no tienen el suficiente dinero como para contratarla. Entonces Babette les suplica aceptarla, ya que solo quiere trabajar para amigas de monsieur Papin, y que lo hara sin pedir paga. Así las dammas aceptan que se quede y así transurren catorce años.
El único nexo existente ahora de Babette con Francia era un boleto de lotería que 'un fiel amigo' renovaba para ella cada año, con el que un buen día gana 10 000 francos, entonces, decide que para agradecer la hospitalidad que han tenido con ella las hermanas les pide permiso para hacer una cena francesa en el centécimo aniversario del natalicio del pastor, con un poco de recelo por parte de Martina y Philipa se acuerda la cena. Babette marcha a ver a su sobrino que trabaja en el puerto para darle las instrucciones necesarias para los ingredientes. Cuando estos llegan las hermanas se asombran al ver la cantidad y naturaleza de dichos bienes (entre los cuales figura una gigantesca tortuga que ocasiona pesadillas a Martina, quien piensa que la cena es un pecado). Entonces acuerdan con los demás seguidores de la secta sólo consumir los alimentos sin decir nada, aunque en esto vean un gran pecado, y rogando por que les sea perdonado este pecado.
A la cena asisten los ancianos seguidores del pastor y un general. transcurre la cena y a cada platillo, a cada bebida el general se maravillaba de la belleza y magnificencia de los platillos, aclamandolos a cada momento y en cierta medida molestandose de la indiferencia que mostraban los demás comensales. Hasta que por fin, en general pronuncia un conmovedor discurso que impulsa a los demás convidados a disfrutar de las viandas, y es así como Babette logra conmover los sentidos de los convidados quienes finalmente se dejan llevar por el placer y armonía que les provocaban los platillos. La cena culmina en una conmovedora imagen donde los ancianos cantan y bailan alrededor del pozo; su Dios está dormido; y ellos están en la cúspide de su humanidad, porque donde quedaría el lado 'humano' de cada uno sin los pequeños deleites que se presentan día a día?
Babette no sólo es una cocinera; es una artista que no puede esconder su talento y que ha provocado sin saberlo un gran cambio en sus convidados.
Se trata de una película magnífica, muestra como a través de los sentidos se puede alcanzar una armonía entre lo espiritual y lo físico, el humano siente, disfruta, vive, y que sería de nosotros si rechazaramos los deleites que se nos presentan? probablemente llegaríamos a una existencia vana, en la que no se podría decir que 'vivimos' sino que solo 'existiríamos' sin ton ni son. Una de mis escenas favoritas de la película es durante el banquete, donde los platillos salen magníficos de la cocina y el cochero disfruta de ellos con una cara conmovedora, con una encantadora inocencia en sus ojos. Totalmente recomendable, los invito a que la vean en un cachito de tiempo libre que tengan.
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